Hoy he recibido una noticia. Sí, era una noticia esperada, pero aún así me ha sorprendido.
Es la noticia de una nueva meta laboral, un aliciente para seguir luchando por superarme un poco más. A pesar de que creo estar preparado, no deja de provocarme cierta ansiedad, como si fuese mi primera vez, no es miedo, pero se le parece.
¿Será posible continuar superándose todos los días, o se acabará el fuelle alguna vez?
Sólo se que voy a intentarlo, nunca dejé que un reto me superase y éste no va a ser diferente. ¡Lo conseguiré!
Me gusta qué a pesar de los años, todavía consiga ilusionarme con el trabajo, y lo que más me ha gustado esta vez es que quizá consiga ser profeta en mi tierra, al contrario de lo que dice el refranero popular.
Seguirá…