Mi padre era un hombre sencillo; quizá no fue un hombre importante, pero si pudiésemos medir la calidad humana, entonces, seguro que sí.
Podría decir muchas cosas sobre él, pero lo que dice más de mi padre es que fue un hombre cabal.
Fue un buen esposo y un buen padre; de él aprendimos los valores de la vida, y de su mano crecimos hasta hacernos hombres, y hoy… ya no está.
Sé que el se sentía orgulloso de su familia, y aquí y ahora, yo puedo decir, que tanto mis hermanos como yo, nos sentimos muy orgullosos de ser sus hijos.
Allí donde estés, papá, te echaremos de menos.