¿Acaso quería saberlo?
¡Pues, claro que no!Era una pregunta de aquellas que se hacen sin esperar respuesta. Lo malo, lo auténticamente perverso, fue la respuesta; llegó como un tiro a bocajarro, desgarradora y…
¡Pues, claro que no!Era una pregunta de aquellas que se hacen sin esperar respuesta. Lo malo, lo auténticamente perverso, fue la respuesta; llegó como un tiro a bocajarro, desgarradora y…